Después de un tiempo sin coger la moto de mi cuñado, nos empezamos a fijar que el nivel del vaso de expansión se quedaba por debajo del mínimo.
A pesar de rellenarlo, con el uso bajaba el nivel, una indicación de que lo está tirando por el rebosadero del vaso de expansión. Esto suele ocurrir cuando falla una junta de culata (la presión de la combustión pasa al circuito de refrigeración). Pero este no era el caso y nos fijamos que los manguitos de refrigeración no se ponían duros, al contrario que en mi moto. Yo no puedo aplastar los manguitos con la mano, pero si se podía en la de mi cuñado.
Parece que el circuito no trabaja a la presión adecuada y las sospechas caen en el tapón del radiador, que no debe cerrar bien. Estrangula el macarrón que comunica el radiador con el vaso de expansión para no tener que vaciar todo el líquido.
Al quitar el tapón del radiador se ve que el asiento donde debe sellar la junta está picado o corroído, lo cual hace que no selle el circuito. Este problema viene de no cambiar el líquido en los intervalos recomendados. Aunque el líquido refrigerante no pierda muchas propiedades de anticongelación o refrigeración con el tiempo, las que si pierde son las de anticorrosión que evitan el deterioro del aluminio.
La junta del tapón también estaba dañada (izquierda) y toca comprar un tapón nuevo (derecha). La junta pequeña es la que empuja el muelle y sella el radiador.
Se ha evitado comprar un radiador nuevo al esmerilar el asiento y quitar las imperfecciones. Se ha usado una lija fina y una llave de vaso.
Este es el tapón nuevo. La indicación 1.1 expresa la presión que debe soportar el tapón expresada en bares. Por encima de esa presión, se vence el muelle y deja pasar parte del líquido al vaso de expansión. Al enfriarse el motor, este líquido retorna otra vez al radiador.
El problema cuando falla la junta o el muelle es que el líquido empieza a trabajar a la presión atmosférica y al calentarse entra antes en ebullición. Entonces aparecen burbujas (que tampoco refrigeran) y el volumen aumenta. Se puede ver con el motor en marcha como va subiendo el nivel del vaso de expansión y se desborda.
Para evitar esto, se hace que el circuito trabaje a una presión mayor que la atmosférica aislándolo del exterior. Al empezar a calentarse aumenta su volumen y como no tiene salida, aumenta la presión (esto evita que entre en ebullición). Al seguir incrementando la temperatura, la presión vence el muelle del tapón y se libera parte del líquido para que el exceso de presión no reviente los manguitos.
