Cambiar unas pastillas de freno es sencillo, pero en este caso le vamos a sumar el cambio del líquido de frenos y la limpieza de los bombines de las pinzas.
Estos son los recambios necesarios: unas pastillas de freno EBC HH (45 euros la pareja) y un bote de líquido de frenos DOT 4 (12 euros). En este caso es Motul, pero valdría de cualquier otra marca siempre y cuando cumpla la especificación DOT 4.
Generalmente las pastillas se cambian cuando llegan al límite de desgaste. Las delanteras, tienen unos canales transversales que nos van a servir de referencia. En la foto se puede ver rodeado con un círculo. El caso es que cuando desaparezca el canal, a la pastilla solo le quedará 1 mm de espesor, siendo este el límite de desgaste.
En las traseras, solo nos vamos a poder fijar en el espesor de la pastilla, pero como en el caso anterior, el límite de desgaste será 1 mm.
En ambos casos, el nivel del depósito nos puede dar una pista del desgaste de las pastillas. Si el nivel está muy bajo, siempre que no tenga fugas el circuito, será debido al desplazamiento de los bombines para absorber el desgaste de las pastillas. Además, el tacto del freno se puede volver algo más esponjoso, al haber más líquido en el circuito.
Pero en mi caso yo las quería cambiar para aumentar la potencia de frenado y teniendo en cuanta que la moto ya dispone de latiguillos metálicos, el siguiente punto de mejora son las pastillas. No estaba contento con las pastillas originales porque no acababan de morder el disco con ganas y las frenadas se alargaban. Al desmontar las pastillas originales, se puede ver sus códigos de fricción en frío y en caliente: Estas son unas Brembo FERIT I/D 450 FF. Estando la especificación FF dos pasos por detrás de la HH que tienen las EBC que voy a poner. Cuanto mayor es la letra, mayor es el coeficiente de fricción.
Lo primero es quitar los clips (que evitan que los pasadores se desplacen) con un alicate de puntas.
Luego se quitan los pasadores con otro alicate.
Se quita la chapa que limita los movimientos de las pastillas (evita un tintineo al moverse en sus alojamientos).
Y ya por fin podemos sacar las pastillas. Si vemos que están un poco duras, con un destornillador se puede hacer poco a poco palanca en el disco, para introducir levemente los bombines.
Hay que fijarse que la chapa que hemos desmontado, tiene una flecha en el sentido de la marcha para indicar la posición de montaje. Por eso es conveniente guardar todas las piezas ordenadas.
En el caso de que solo se cambien las pastillas, ahora solo habría que introducir las nuevas. Es decir, las pastillas se pueden cambiar sin soltar las pinzas de la horquilla. Aunque siempre es recomendable aplicar un limpiador de frenos para quitar la porquería que se deposita en los bombines. Pero como yo quería limpiar más en profundidad las pinzas, las desmonté de las barras.
Para sacar los bombines, si no tienes un generador de aire comprimido, solo hay que pulsar la maneta de freno hasta que salgan los bombines. Pon un recipiente para recoger el líquido que salga. El resto de los bombines se pueden sacar con unos alicates de puntas de abrir, teniendo cuidado de no marcarlos.
Y estos son los bombines. No tienen mala pinta para tener 40000 Km. Para quitar la suciedad más dura, se puede usar un scotch-brite. En el caso que tu frenada sea brusca y sin progresividad, puede ser debido a unos bombines que se deslizan con dificultad (en realidad, van a golpes, y es ese golpe lo que hace que frene de repente). Esto es provocado por unos bombines sucios, y que necesitan desmontarse y limpiarse.
Después de limpiar bien todo (también el interior de la pinza y los retenes), se impregna el bombín con un poco de líquido de frenos y se va introduciendo poco a poco en su alojamiento. Debe entrar lo más perpendicular posible a la pinza. Así nos aseguramos que entre correctamente y sin forzarlo, aunque un poco de rozamiento siempre va a tener. Deja todos los bombines introducidos completamente. Esto ayudará a colocar las pastillas nuevas, cuando está la pinza en la horquilla.
Se colocan las pinzas y se aprietan los tornillos de sujeción, después de aplicarles un poco de fija tornillos en las roscas. Hay que apretarlos a 43 Nm.
Ahora se colocan las pastillas. Y después la chapa, los pasadores y los clips. A los pasadores no está de más aplicarles un poco de grasa superficial o pasta de cobre, para que entren mejor y no rocen con los alojamientos de las pastillas.
Si las pastillas están un poco rebeldes y no se quedan en su alojamiento, simplemente hay que sujetarlas por la parte inferior con un dedo mientras pones los pasadores.
Está claro que el hecho de limpiar los bombines de esta forma, implica cambiar el líquido de frenos. Para ello protegemos con un trapo todo lo que está alrededor del depósito y quitamos la tapa después de soltar un par de tornillos. Si cae algo de líquido de frenos sobre la moto, límpialo ya que es corrosivo.
Primero purgamos la bomba (en este caso, la bomba dispone de un tornillo de purga). Para ello se conecta un macarrón transparente al tornillo de purga, y estando accionada la maneta, se afloja el tornillo con una llave de 8 mm. Sin soltar la maneta, se cierra el tornillo y cuando esté cerrado (cuidado con apretar mucho) se suelta la maneta. Hay que repetir este proceso hasta que no salgan burbujas. Ayuda tener el manillar girado hacia la derecha.
Las pinzas tienen su propio tornillo de purgado, y tendremos que repetir el proceso para las 2 pinzas. En ambos caso, procura recoger el líquido sobrante en un bote. Recuerda: Apretar maneta, aflojar purga, apretar purga, soltar maneta y vuelta a empezar.
En la práctica, en este caso en el que todo el circuito contiene mucho aire, habrá que alternar las zonas de purgado para conseguir un buen resultado. Un truco puede ser hacer mover el líquido usando los bombines en lugar de la bomba. Así conseguimos mover más caudal y se arrastran las burbujas rebeldes. Es decir, suelta la pinza de la horquilla, e intenta mover la pinza como si quisieras girarla alrededor de la pista del disco, hacia un lado y al otro. Se apoyan las pastillas en la pista del disco y empujan a los bombines. Este fenómeno los has podido comprobar alguna vez al notar una mejora del tacto del freno después de cambiar la cubierta delantera, ya que hay que separar las pastillas para desmontar las pinzas.
Una vez se ha conseguido eliminar todas las burbujas, solo queda dejar el nivel entre las marcas del mínimo y el máximo.
Para que todo quede correctamente, se puede intentar un purgado unos días después de hacerle alguna ruta a la moto.
El método de dejar una noche apretada la maneta, no sirve para eliminar burbujas, solo dilata las partes de goma del circuito, y por eso al día siguiente parece que se tiene mejor tacto.
Y respecto al líquido de frenos, digamos que el DOT 4 es el standar más común. Siendo su recomendación cambiarlo cada 2 años. En su momento salió el DOT 5, pero con base de silicona e incompatible (por deterioro de juntas) con los sistemas preparados para trabajar con DOT 4. Para evitar este inconveniente surgió el DOT 5.1, compatible con los sistemas que demandan un DOT 4. El DOT 5.1 tiene mejores propiedades que el DOT 4, pero también tiene una mayor afinidad con el agua, siendo su recomendación cambiarlo cada año.
