No es muy frecuente desmontar los balancines de cierre ya que no hay que tocarlos para hacer un reglaje de válvulas como ocurre con los de apertura. Hace falta desmontarlos cuando se cambian por que ha fallado el cromado, cuando cambias las guías de las válvulas o cuando cambias los retenes de las guías (aunque tampoco es obligatorio). En mi caso los desmonté cuando puse guías de válvula nuevas, ya que las guías viejas salen por la zona donde están los balancines de cierre.
Para desmontar los de cierre, primero hay que quitar los de apertura. Empezando por extraer los bulones superiores con un tornillo, una arandela y una llave de vaso.
Estos son los de apertura.
La culata tiene un saliente en su interior donde se apoyan los muelles que se usan para cerrar las válvulas a bajas revoluciones.
Solo hay que introducir un destornillador en el extremo del muelle. El muelle tiene una punta curvada que encaja en el balancín y otra recta que se apoya en el saliente de la culata.
Es la punta del muelle que apoya en el saliente la que hay que liberar introduciendo la punta del destornillador entre el muelle y el saliente.
Primero libera los muelles de la parte del escape y luego los de admisión (si es que está bien montados). Al quitar el muelle del tope oirás un chasquido fuerte.
Con los muelles sin tensión, solo queda sacar los bulones inferiores donde articulan los balancines, de la misma manera que los superiores. Para no tener problemas de montaje, deja los muelles presentados en posición con los balancines y los conjuntos en la posición que tenían en la culata (o numéralos).
Si el desmontarlos tiene pocas complicaciones, todo empeora al momento de volver a colocarlos. Siempre pon primero el bulón en su sitio y ensartando el muelle.
Luego ensartas el balancín.
Por la parte posterior se ve la punta del muelle y el saliente donde hay que encajarlo.
Aun siguiendo el orden (coloca primero los de admisión, ya que las válvulas están más separadas que las de escape), los primeros puedes montarlos con un destornillador grande plano pero al intentar montar la otra pareja, me era imposible. Incluso usando un destornillador de estrella para que no se resbalase la punta del muelle.
También probé con un portabocas (tiene un alojamiento para intercambiar diferentes bocas de destornillador) sujetando el muelle con el hueco pero no hay mucho sitio para maniobrar y encajar la siguiente pareja.
A pesar de sujetar la culata con unos sargentos, el muelle no hacía más que resbalarse de la punta del destornillador. Cuando ya estaba a punto de usar una porra contra las culatas, mi padre, que es un crack, se presento con un útil para instalar estos muelles.
Es una varilla con un par de dobleces para adaptarse a los recovecos de la culata y con una hendidura en la punta que sujeta el extremo del muelle, de forma que no se resbale lateralmente.
Detalle de la punta.
Para que coja mejor ángulo, coloco un trozo de madera en el hueco que deja el árbol de levas y apoyo en él el útil.
Ahora solo es empujar la punta del muelle y desplazarla hacia el saliente facilitando mucho el proceso.
Y colocando el muelle sin problemas.