Un problema de los embragues en seco, es la limpieza del ferodo que se desprende de sus discos. Al contrario que los embragues bañados en aceite, no existe un fluido que los vaya limpiando con el uso. Por este motivo es conveniente desmontarlo y limpiarlo, o al menos soplarlo con una pistola de aire comprimido cada 10000 Km. En el caso de tener una tapa de embrague abierta se acumula menos polvo que si está cerrada, pero sigue siendo recomendable su limpieza. Unos síntomas que indican la necesidad de limpieza son patinamientos ocasionales al salir desde parado o una especie de mugidos o aullidos.
Primeramente hay que desmontar la tapa del embrague quitando los 4 tornillos que la sujetan, con una llave allen de 5. Hay 2 largos y 2 cortos y el más complicado es el que está cerca del carenado, pero empujando un poco el plástico, se puede soltar sin problemas. Los tornillos que sujetan la tapa se distinguen porque sus cabezas sobresalen ligeramente. Hay más tornillos pero no son necesarios quitarlos.
Cuidado al quitar la tapa por que tal vez esté pegada la junta de goma. Despégala con cuidado para no romperla. Te puedes ayudar con un destornillador para separarla. Y ya podemos ver un anticipo de la cantidad de polvo generado.
Si solo vas a usar una pistola de aire comprimido (evidentemente también es necesario un compresor de aire), acciona la maneta del embrague para separar un poco los discos y poder soplarlos.
Si vas a desmontar los discos, tendrás que quitar antes los 6 muelles. Y para quitar los muelles, hay que quitar los tornillos con una allen de 4. Tranquilo que el muelle no va a salir disparado. Antes de soltar el plato, fíjate en la marca de referencia. Hay 2 muescas (en rojo) que coinciden con uno de los alojamientos de los muelles (en azul). un triángulo (en verde) señala la posición en el plato empujador.
Ahora hay que quitar el plato empujador tirando con fuerza hacia ti. Este plato sale junto con la varilla empujadora y hay que vencer la fuerza que ejercen los retenes de la varilla en su alojamiento. Se agrava por la acumulación de polvo. Un poco de aceite facilitará la extracción.
Al quitar la varilla, puedes ver como ha bajado el nivel del depósito de líquido del embrague. Esto sucede porque se ha desplazado el bombín del embrague debido a que lo ha movido un muelle que se encuentra en el mecanismo empujador.
Ahora puedes medir la holgura que tienen los discos conductores en su alojamiento. Son los que tienen dientes en su borde exterior. No debería ser superior a 0.6 mm, aunque pueden funcionar con más. Eso si, cuanta más holgura más ruido va a hacer. Y cuanta más holgura tengan los dientes en la campana, más rápidamente aumenta, ya que el golpeteo es mayor.
Saca los discos de manera ordenada para saber luego su posición. Los últimos tal vez cuesten un poco más pero con un brazo imantado o un par de alambres doblados con forma de gancho los puedes sacar.
Hay que fijarse en la posición y orientación de uno de los discos de metal. Lo distingues fácilmente porque es de 1.5 mm de espesor en lugar de tener los 2 mm que tienen los demás. Este disco tiene forma cóncava para hacer más progresivo el acoplamiento de los discos al soltar el embrague. Es el tercero de los de metal (contando desde el fondo de la campana) y se coloca con la parte cóncava hacia fuera (como si estuvieses viendo un plato de sopa). Además, suele tener un punzonado en uno de sus dientes, para diferenciarlo del resto.
Con los discos fuera, es más fácil limpiar la campana con la pistola de aire o con una brocha seca. Cuidado con el polvo de ferodo. Procura no respirarlo o que no te entre en los ojos.
Puedes compronbar el grosor del paquete de discos, unos 38.5 mm.
Revisa las marcas que hacen los discos en las almenas de la campana, ya que si son muy pronunciadas, afectarán al acople final de los discos y al tacto del embrague (parece que se engancha de golpe al final de soltar la maneta). Con una lima puedes dejar esa superficie en buen estado.
Ahora toca medir el espesor de los discos conductores (que también son los que tienen el material de fricción). El espesor mínimo recomendado son 2.8 mm pero se puede llegar a 2.5 mm si el desgaste es uniforme. Para tener una referencia, de nuevos tienen 3.0 mm.
Yo me encontré con que unos discos estaban más gastados que otros, pero dentro de tolerancias. El que más desgaste tenía (uno cerca del fondo de la campana) lo intercambié con el que menos desgaste tenía para alargar un poco más el cambio de los discos.
Tampoco mucho más, porque algunos de los discos conducidos (los que tienen dientes por su parte interior) estaban ligeramente alabeados, seguramente producido por algún sobreesfuerzo del embrague con su consiguiente calentón. Esto lo delata también una coloración atornasolada. Y un detalle de los discos metálicos, es que tienen una pequeña muesca en su borde, que hago coincidir al montar el paquete de los discos.
Inspecciona también el rodamiento del plato empujador y los retenes de la varilla empujadora. El rodamiento debe girar suave, sin puntos duros. Y los retenes (en realidad, son unas pequeñas juntas tóricas) no deben tener zonas pellizcadas y una superficie uniforme. Por supuesto la varilla debe estar completamente recta para que no roce con las paredes. Yo tenía las juntas un poco marcadas, así que tuve que encargar unas nuevas.
Si el plato tiene arañazos en su superficie, usa un mármol y una lija para dejarlo uniforme. También se puede aplicar al resto de los discos.
La longitud mínima de muelles son 36,5 mm. Hay que medirlos con un pie de rey pero en reposo, sin comprimirlos.
Te puedes encontrar con diferentes medidas como me pasó a mí. Lo que hice fue emparejar los muelles que tenían una longitud parecida o igual. Luego, al montarlos, los coloqué en posiciones opuestas para que la fuerza ejercida sobre el plato empujador sea la más uniforme posible.
A la hora de montar, introduce 2 discos de metal en el fondo de la campana, luego uno de ferodo y a continuación el disco cóncavo. Después solo hay que seguir el orden de disco de ferodo – disco de metal según se van introduciendo en el alojamiento de la campana. Y por último, poner un disco de metal antes de colocar el plato empujador. Aquí tengo el conjunto fuera para que te pueda servir de referencia a la hora de montar, con la muesca alineada.
Un poco de grasa en la punta de la varilla antes de colocarla, ayudará a que el bombín del embrague tenga una mejor vida. Y también pon un poco de grasa en las tóricas de la varilla para que deslicen bien.
Por último coloca los muelles y aprieta los tornillos a 0.4 Kg.m. Cuidado con apretar mucho estos tornillos, ya que roscan sobre una pieza de aluminio y se puede pasar. A veces es mejor apretar manualmente para tener constancia de la fuerza que se está haciendo.
Ya solo queda poner nuevamente la tapa y colocar lo 4 últimos tornillos.
